domingo, 27 de noviembre de 2011

MANIFIESTO AL HACERSE CARGO DE LA PRIMERA PRESIDENCIA




                                                                                                     12 de Octubre de 1916

Ante la evidencia de estas horas supremas y decisivas el pensamiento se repliega  a contemplar el apostolado que laboro tramo a tramo, la consagracion plena de la obra reparadora.

En la fe y en la virtud de su vasta irradiacion se cruzaron muchas angustias, pasaron años de absorbentes fatigas y de inevitables incertidumbres, escrutando y afrontando lo que habia de rebelde o de inmodelable a la eficacia de sus justas finalidades.

Asi estuvo como el alucinado misterioso, que los refractarios motejaron de una devocion incomprendida, ostentandose siempre sin mirar hacia atras, soportando imperterrita las actitudes del destino, irreductiblemente identificada con la patria misma, serena auscultadora de sus anhelos e interprete fiel de sus imperiosas reinvindicaciones.

Y hoy estamos ante la efectividad gloriosa de tan enorme jornada y el encanto soñador se transformo en la realidad que nos hace sentir la magnifica verdad de la patria, dejando por fin de mirarnos peregrinos en su propio seno.

Como trascienden recien ahora los atributos nativos de la nacionalidad en la ejecutoria de los mas prominentes preceptos de la civilizacion humana!!!, como se comprende recien ahora las efemerides tan distintas de las que se celebraron con el mecanico automatismo de las simulaciones publicas!!!!, como parece el himno mas tonante en las vibraciones de su sentimentalidad y las muchedumbres mas nuestras ante los esplendores del patrio renacimiento!!!.

Justo es, entonces, que esta resurreccion , que pareciera imposible, llene de intenso regocijo el espiritu nacional que asumiera todas las contingencias de tan cruenta jornada, como si un dictado superior hubiera dispuesto que se fundiese en la mas indestructible solidaridad. 
Asumir la contienda reparadora, desde el llano a la cumbre, renunciando a toas las posiciones y resguardos del medio ambiente para remontar la abrupta montaña a pura orientacion de pensamiento, a puro vigor de virtudes y a pura entereza de caracter, y llegar a la cima pasando por sobre todos los poderes oficiales y las conjuraciones conniventes, es empresa que que no conciben los mediocres ni alcanzan los pigmeos y que ni siquiera comprendieron los grandes ni afrontaron los poderosos.

Tan magnas concepciones fueropn idealizadas por el genio de la revolucion, sentidas por el alma nacional y cumplidas con admirable excelsitud en una trayectoria de sucesos y de acontecimientos que culminaron todas las glorias de la patria.

Hipolito Yrigoyen

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