sábado, 7 de enero de 2012

DE LA REFORMA UNIVERSITARIA...


"He sido testigo y actor en la alrga lucha reformista y por eso lo que aqui digo es rigurosa expresion de la verdad historica (...) siento aun latir en mi corazon las vibraciones de aquellas jornadas que nosotros, los reformistas, llamamos heroicas."

El movimiento reformista se extendio por toda Latinoamerica, asumiendo diversas formas, pero siempre bajo el guion de sus postulados fundamentales. Solo recordare, sobre este punto, que en 1922 visito nuestro pais el entonces lider estudiantil peruano y despues fundador del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana) , a quien me toco recibir en mi caracter de Presidente de la Federacion Universitaria Argentina, en el aula  Magna del Colegio Nacional de Buenos Aires, naciendo una amistad fraternal que recordo mucho despues, cuando lo visite en las montañas del Peru, en 1942.

En los pocos dias de su estadia, Victor Raul Haya de la Torre pudo apreciar los resultados de la lucha de Yrigoyen por la efectividad del sufragio libre y la democracia universitaria. Sensible a estos progresos institucionales, me pidio una entrevista con el doctor Yrigoyen, a la cual lo acompañe.

Con palabras afectuosas, Yrigoyen explico cuales fueron los ideales de su vida y cuales las etapas de su obra en el presente. Sus banderas de la Reforma Universitaria eran la modernizacion de la enseñanza, la docencia libre, la participacion estudiantil en el gobierno universitario, la asistencia espontanea a las aulas y , en particular, la aproximacion de los estudiantes a los ideales de libertad, democracia y reforma social.

El presidente de los estudiantes peruanos tenia entonces veintiseis años, yo veintidos; escuchabamos la grave palabra del maestro como si estuviese hablando para toda loa juventud de America. La escena nos hacia recordar las paginas de Jose Enrique Rodo que daban comienzo a su libro Ariel, brevario de la mocedad de comienzos del siglo XX. Como el maestro Prospero, pudo decir Hipolito Yrigoyen a sus dos jovenes visitantes "invoco a Ariel como mi numen. Quisiera ahora para mi palabra la mas suave y persuasiva uncion que haya tenido jamas. Pienso que hablar a la juventud sobre nobles y elevados motivos, cualesquiera que sean, es un genero de oratoria sagrada. Pienso tambien que el espiritu es un terreno generoso donde la simiente de una palabra oportuna suele rendir, en corto tiempo, los frutos de una inmortal vegetacion"

Gran impresion produjeron en el joven lider peruano las palabras del viejo republico. A la salida , Haya de la Torre me dijo, con no reprimida emocion, este juicio consagratorio : "Es un hombre que ha nacido para vivir en la historia".


Fuente: Eduardo Araujo (ex diputado por la capital federal 1936-1940 y 1940-1943, ex presidente de las Comisiones de Peticiones y Poderes de Presupuesto de la Camara de Diputados)

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